La práctica de habilitación del cambio contribuye a múltiples flujos de valor. Es importante recordar que un flujo de valor nunca se forma a partir de una sola práctica. La práctica de habilitación del cambio se combina con otras prácticas para brindar servicios de alta calidad a los consumidores.
El control de cambios contribuye con todas las actividades de la cadena de valor:
Planear: Los cambios en los portafolios, políticas y prácticas de productos y servicios requieren un cierto nivel de control, así como la práctica de control de cambios que se utiliza para proporcionarlos.
Mejorar: Muchas mejoras requieren que se realicen cambios y estos deben evaluarse y autorizarse de la misma manera que todos los demás cambios.
Involucrar: Los clientes y usuarios pueden necesitar ser consultados o informados sobre los cambios, dependiendo de la naturaleza del cambio.
Diseño y Transición: Muchos cambios se inician como resultado de servicios nuevos o modificados. La actividad de control de cambios es una de las prácticas con una contribución importante para la transición.
Obtener / Construir: Los cambios en los componentes están sujetos a control de cambios, ya sea que se construyan o se obtengan de los proveedores.
Entregar y Soportar: Los cambios pueden tener un impacto en la entrega y el soporte, así como en la información sobre los cambios que deben comunicarse al personal que lleva a cabo esta actividad de la cadena de valor. Estas personas también pueden participar en la evaluación y autorización de cambios
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